Más allá del horizonte

Desde lo más alto de la sierra, la ciudad se ve pequeña… Desde el centro, el corazón enfermo de la gran ciudad, ni nos imaginamos que pueda haber algo fuera. (Otra manera de vivir, ni peor ni tampoco mejor, solo distinta.) En los alrededores de Madrid se extiende una sierra inmensa, silenciosa y vacía que corre de un pueblo a otro (uniéndoles entre ellos o separándoles, depende de nuestro punto de enfoque, de cómo miremos y/o interpretemos una realidad de hecho distorsiona por el ojo humano). No hay un solo modo de ver las cosas sino millones, aunque por pereza nos guste (resulta más fácil) verlo todo como lo ven los demás.

Pero basta con mirar su vida desde otra perspectiva para darse cuenta enseguida de los fallos. (O dicho de otra manera… Para “por fin” enterrarse de lo que va y de lo que si se tiene que cambiar! Para qué y por fin se produzca el “CLIC” salvador tan in-esperado que nos mantendrá “despierto” hasta la muerte.) Está al alcance de todos y cada uno de nosotros “mejorar” ciertos aspectos de nuestra existencia basándose primero en el sentido común, en nuestros propios criterios y valores o los que nos impone la pesada maquinaria socio-institucional en la que evolucionamos. (Resulta curioso para no decir gracioso hablar de “evolución” cuando más bien miramos al suelo por temor a confrontarnos a nuestro verdadero yo y medio acojonado afrontar el destino con la cabeza bien alta, pase lo que pase.) Atrapados en una implacable y pegajosa rutina que distrae nuestra mente y nos mantiene bajo control como animales de circo. (No es precisamente el propósito de los hábitos… No pensar! Anularnos como personas!)

Puede que me digan “individualista” o me tachen de “egoísta” por no seguir las reglas del conjunto… Qué más da? Si no puedo convencer a nadie de que está tomando el camino equivocando, quien me podrá convencer a mí que mi recorrido no es el correcto? Como lo escribió en su tiempo un “romántico” autor francés… (Considerado como tal o encasillado diría yo en aquel genero que florecía junto a otros más polémicos en la Francia napoleónica. Todos tenemos etiquetas, buenas o malas y puede que la mía algún dia sea de color negro. “Etiqueta negra” como la de la pata de cerdo esa!) Escribió entonces para desafiar al poder y fastidiar a la elite burguesa, horda de filisteos herméticos a cualquier sentimiento que no fuera la autocomplacencia: “Su mundo es tan feo que el mío propio para superarlo ni siquiera ha de existir.” Qué bello “ser distinto”! (Solo la idea eleva al ser humano a otra esfera.) No hay duda de que él se apartaba voluntariamente del resto.

Pero los espíritus libres necesariamente tienen que ser rebeldes? Gran pregunta cuya respuesta sonaría a modo un panfleto! “Acuso” escribía otro (escritor/periodista) delante de la injusticia manifiesta que pudría todos los escalones de la tercera republica francesa. Más que defender una causa pérdida (o varias), denunciar las injusticias en cadena del vasto mundo o exprimir nuestro disgusto saliendo a la calle bajo un lema cogido prestado a un sindicato o una organización por supuesto gubernamental, tenemos que preocuparnos y luchar para salvar nuestros propios intereses. Que se jodan los delfines, tiburones y otras especies marinas! El lince ibérico desaparecerá como el albatros de los Galápagos mientras su primo, el AVE de ruedas nos clava un “tarifazo” por un Madrid-Barcelona! Que les den a los ecologistas por compasión, a los defensores del medio ambiente a sus horas perdidas y embajadores de “buena voluntad” de la ONU que castigan al planeta yéndose en avión privado de un sitio a otro. (Presenciando macro foros y congregaciones multitudinarias en representación del pueblo soberano, pero ellos con todos los gastos incluidos!) Sin olvidarnos de los benditos Nobel de la paz… Más de uno tiene las manos manchadas de sangre! (No el suyo, obviamente.) Recordemos que Alfred Nobel invento la dinamita entre otros artefactos y que luego para lavar su imagen (y limpiar su alma antes de llegar al cielo) hizo obra de caridad mediante testamento. Creo los “premios” que llevan hoy en dia su nombre desde el más allá! (Vaya giro en la historia de un tipo que quiso pagar por sus errores pero demasiado tarde con el dinero generado por la matanza de sus semejantes.)

*En el 2013, atribuyeron el Nobel de la paz a la OIAC. (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.) Menuda paradoja!