Certeza

Es muy probable que algunos de esos individuos que contemplamos hoy en dia pensando sencillamente, “que ilusos son” y llamamos sin remordimiento de ningún tipo “utopistas” (porque sus ideas no encajan con nuestra propia perspectiva de la vida) se conviertan con el trascurso del tiempo en auténticos “visionarios”. Héroes venerados, cuando nosotros no dejaremos ni rastro de nuestro paso en la Tierra.

A todos aquellos entonces, “ignorados” en su momento pero “consagrados” luego (aunque con retraso)… Hombres y mujeres que supieron adivinar desde los tiempos más remotos de la historia de la humanidad como evolucionaríamos… Siendo capaces de mirar más allá de la pared lisa que se les ponía ante los ojos, quisiera agradecer el empeño junto al esfuerzo brutal que tuvieron que realizar para defender sus “teorías” frente a la plebe adversa. Las masas ignorantes siempre vieron en el cambio una amenaza. (Perdida de los privilegios, incertidumbre del porvenir, rol de uno mismo en ese nuevo entorno/contexto sociopolítico no deseado, etc.) La lealtad de unos astutas a sus ideales nos salvo el culo hasta ahora! De no haber sido por ellos, qué sería de nuestro mundo? Su virtud es sin duda más grande todavía que la de los evangelistas del santo libro.

La certeza lo sabemos es un concepto abstracto, relativamente discutible y que se desvanece tan rápidamente como apareció en nuestra mente. Las certidumbres del ayer no resisten a los siglos, años o incluso meses… De repente se demuestra que todo lo que dábamos por sentado no vale! Para no quedar anticuados de pronto, propongo en consecuencia que cada uno se cubre las espaldas y piense por su cuenta. Sería más honesto y mucho mas ético que aplicar y reivindicar creencias de otros que echaremos por tierra cuando alguien nos ofrecerá algo mejor! Hacer que nos miren es preferible a admirar incrédulos a quienes no saben más, hasta de repente sabrán menos que nosotros pero nos espetan lo contrario! (Si cada uno se atribuye uno conocimiento y un merito heredado, para romper la cadena habría que rechazar cualquier enseñanza!) Seamos protagonistas y no sujetos domados por un amo (o varios) imaginario(s) o bien real(es).

Que opinara la gente dentro de cien años analizando nuestros modos de funcionamiento y hábitos de principio del siglo XXI? Nos consideraran como verdaderos palurdos (no me queda duda). Unos sonsos rústicos atrapados a medio camino, estancados en una aldea carente de la evolución! (Ya ni los animales corren libres!)

Todo eso para llegar a mi argumento de este jueves… Tumbados boca arriba con Bea (mi compañera sentimental) estábamos todavía dudando si acortarnos de nuevo o enumerar una a una todas las taras de la sociedad moderna… (El consumo masivo de los recursos naturales, el antagonismo de los pueblos, la pobreza intelectual, la desaparición del arte, la falta de educación de los adolescentes, las leyes que nos tienen como presos, el “puto dinero” que lo manda y lo controla todo, etc.)… Pensando en tantas desgracias ambientales, llegando por extensión a las nuestras propias bien protegidos entre las capas cálidas de nuestra cama.

Bea es totalmente imparcial y en cierto sentido su lado “normal” como su modo más convencional (menos marginal de hecho que el mío) de interactuar con sus prójimos (a pesar de lo casi seis años que lleva conmigo) la hace mas comprehensiva. Tiene fe en sus semejantes mientras yo sin juicio previo les clavo directamente en la picota. Esa conducta le  sirve para afrontar sus propios temores. El fracaso, la falta de cuestionamiento o de objetivo de muchos nos hace (sea justo o no) sentir más fuertes.

Allí viene mi análisis… Mirándola a ella y a nuestro perro que siempre se apunta a los mimos matutinos, se me ocurrió que al fin y al cabo no éramos tan distintos, nosotros humanos del resto de los mamíferos. El perro está contento con lo que tiene… Su plato con agua, sus croquetas, una cama blanda (con su mantita), paseos frecuentes y numerosas muestras de cariño. Y si, a él le gusta demasiado su rutina para cambiarla. Se altera, se angustia y protesta cuando movemos sus “pertenencias” (platos, juguetes cojines…) de sitio. (Sencillamente, no lo entiende!)

Los seres humanos al enfocar nuestras existencias con valores erróneos… Tendré éxito? Voy a tener dinero? Obtendré un buen puesto de trabajo? Nos privamos de las cosas básicas. Lo que no significa que hay que conformarse con una “vida de perro”. Nos somos canes pero si podemos aprender de ellos.

Hay que saber manejar su barca para evitar los espejismos o los cayos que permanecen bajo la superficie del agua y huir a toda máquina del canto de las sirenas (sean de cola larga, de dos o de cuatro ruedas.) Tal vez hubiera sido más inteligente echar un polvo rápido que ponernos a conversar?