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Le blog littéraire de Cedric Josse
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30 juin 2020

Crónica de un virus.

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La gente solo habla de una cosa. A la porra los tropiezos del nuevo gobierno, la cuesta de febrero (que este año cuenta con un día más), el paro creciente, los índices de desplome del sector inmobiliario, esto y aquello. Lo único que preocupa al ciudadano de a pie es una maldita enfermedad llegada desde otro lado del planeta llamada COVID-19. El “coronavirus” chino ha pisado suelo europeo y por ende suelo español (al igual que Darcy). A pesar de que la gripe normal y corriente se lleve a la tumba a algo más de 300.000 vidas al año, todos hacemos una vida normal como si nada. Pues este nuevo competidor que de momento está por debajo del 1% de fallecidos comparándole con su hermana mayor provoca escalofríos y cierta paranoia dentro de la sociedad. De ahora en adelante ya veréis que va a ser la causa de todo aquello que no se puede explicar. Tal y como en su momento nos repitieron mil veces que la culpa la tenía “la crisis” cuando surgía algo malo en los años 2010/2011/2012 y más allá, empezamos este año 2020 con una respuesta a todas aquellas preguntas o sospechas que pondrán en duda la salud económica y la gestión del mundo y de España.

A los políticos y lobbies financieros es triste pero siempre les viene bien ese tipo de desgracias para justificar sus actos y decisiones. Mirad lo que paso hace poco con el Mobile. “Cancelado por riesgo sanitario” según sus organizadores, cuando todos sabemos que la verdadera intención era darle un golpe bajo (otro) al gigante chino de la telefonía Huawei. Pero aun así el virus “real” llego a la ciudad condal un par de semanas más tarde y el mismo ministro de sanidad que dijo en su momento que la gente no corría peligro tuvo que replantearse su discurso. A ver lo que ocurrirá en los próximos días en los hemiciclos del Congreso y del Senado que parecen más bien recintos para riñas de gallos que cámaras donde debatir entre gente pensante. Ese supuesto “gobierno progresista” puede que sea en muchos aspectos el peor de la reciente historia democrática de la península ibérica. Y “lo peor” justamente está por venir ya que se habrán agotado todas las fórmulas de coaliciones y alianzas diversas.

Pasaron unos días desde que empecé esta nota y la psicosis se mantiene igual. La información que nos llega desde los medias pasa por varios filtros, cada uno mide sus palabras para que no cunda el pánico. Hasta la desinformación que prolifera en las redes sociales da también datos prudentes. Nadie se quiere arriesgar a decir que estamos “infectados” pero tampoco nadie dice lo contrario. Lo cierto es que los casos de contagio se multiplican. Mientras la curva del Ibex35 sigue cayendo y registra su peor baja desde el 2011, la de los afectados por la epidemia no para de subir, 100, 200 y ahora más de 300 casos declarados. (Ayer una anciana de 99 años falecio. Que en paz descanse.) Pero la situación está controlada según Fernando Simón, el ya “médico de cabecera de todo un pueblo”. En su comparecencia diaria trata de tranquilizarnos, pero… Funciona? Se mantiene el “nivel 1” de alerta, lo que no impide agrupaciones multitudinarias. (Sin embargo, algunas ferias o pruebas deportivas se han suspendido y los partidos de futbol y baloncesto de varios equipos de primera se jugarán a puertas cerradas. Qué lógica es esta? Me parece un poco arbitrario cancelan eventos manteniendo en paralelo a otros de mayor magnitud y eso en una misma ciudad como está ocurriendo ahora mismo en Valencia.

Tras un fin de semana donde cada uno de nosotros ando a lo suyo según sus intereses del momento, hoy lunes constatamos que triplico el número de portadores de coronavirus. Pues a mí me parece que la situación ya se les está yendo de las manos a quienes nos dijeron que la tenían bajo control. Es más bien al revés, el COVID-19 juega con las autoridades (in-)competentes. “Por fin” podría decirse…Se aplazo aquel festejo primaveral valenciano pese a que nadie se lo creía. La salud pública, es lo más importante! Hoy jueves vamos 2.200 casos, 1.000 de ellos por la sola Comunidad de Madrid donde me encuentro ahora. “Se rumorea” que podrían cerrar las fronteras de la comarca. Tras el mensaje algo alarmante del director de la OMS donde anunciaba que la Organización Mundial de la Salud ya consideraba que el COVID-19 era “pandemia” debido a su expansión global, la gente al menos en la capital, de un día para otro, cambio sus hábitos. Por la mañana, cierta histeria se apodero de los madrileños (no todos) y les empujo hacia los supermercados para hacer una compra grande. Podemos morir de gripe, pero nadie aquí quiere morir de hambre! La sección más castigada de los establecimientos de grande y mediana distribución fue la del papel higiénico! (Al menos moriremos con el culo limpio!)

La situación avanza y no precisamente en el buen sentido. En 24 horas ya no son 2.000 y pico casos sino 4.000 lo que condujo al cierre de cualquier establecimiento o comercio que no sea de primera necesidad en Madrid y poco a poco en el resto del país. Un día más tarde sin embargo los 4.000 infectados del día anterior eran 6.000 lo que obligó al Gobierno a tomar medidas drásticas pero necesarias para cortar la expansión del virus. Así se decretó el “Estado de alarma”. Qué conlleva aquello? Que a partir de las 0.00 del domingo y durante 14 días (prorrogables) tendremos (entre otras cosas) una movilidad restringida… Salvo para ir a comprar comida o medicina y productos derivados de higiene ya no es que no se recomiende, sino que está totalmente prohibido salir a la calle. En mi caso también se me permitirá salir de casa para que mi perro haga sus necesidades fuera del hogar. (Un alivio tanto para las mascotas como para sus amos!) La gente que no puede desarrollar su tarea laboral desde casa, es decir “teletrabajando” también podrá acudir a su puesto de trabajo siempre y cuando se cumplan las nuevas medidas en vigor, tanto para acudir a dicho trabajo que en el desempeño del mismo.

Finalmente, no se ha contemplado el cierre de fronteras “internas” como se temía o lo plantearon Presidentes de autonomías (entre ellos los rebeldes de siempre). “El virus no sabe de fronteras físicas ni de ideológicas y ha de combatirlo todos juntos y unidos” dijo sustantivamente el Presidente del gobierno en su última comparecencia. Y así es! La evolución de la pandemia ha seguido creciendo día tras día de manera imparable y las cifras que ahora nos dan las autoridades en su rueda de prensa cotidiana solo nos sirven de barómetro para evaluar la crítica situación del país… 6.000 infectados, 10.000 y hoy viernes 20 de marzo 20.000! El número de fallecidos hoy en día se elevado ya a 1.000 personas! A pesar del confinamiento el virus no se detiene. Es cierto que las probabilidades de nuevos contagios son menores ahora que cada uno de nosotros se queda en casa. Lo que hace pensar que los afectados se habrán infectado antes de las restricciones de desplazamiento o qué como ha ocurrido en varias residencias geriátricas (que no son establecimientos medicalizados ni dotados de ningún tipo de protocolo para afrontar epidemias de ese calibre) el COVID-19 abra entrado por la puerta trasera, como un virus informático. Allí en los centros de mayores con un solo portador, un familiar de visita o un empleado, la enfermedad se trasmite luego a todo el establecimiento haciendo víctimas mortales dentro de los ancianos y causando bajas en el personal. (Ya son varios los ejemplos, en Cataluña, la Comunidad Valenciana, Madrid, el País Vasco y Andalucía.)

Tras otro fin de semana gris, (que el tiempo desde que empezó esta crisis sanitaria tampoco está de nuestra parte) donde trate a nivel personal y por mi propia salud mental de alejarme un poco de la actualidad monotema y de la morosidad que la acompaña, eso sí “sin salir de casa”, deje pasar otro día tras escuchar que la cuarentena se iba a alargar (como se veía venir) otros 14 días y hoy martes 24 de marzo mire el nuevo balance: 2.696 almas viajaron o están de viaje hacia el más allá (si es que existe) mientras tanto los cuerpos de los últimos fallecidos se amontonan en las funerarias a la espera de ser incinerados. Los servicios fúnebres se han visto desbordados por el número creciente de “clientes” y no dan abasto! Los difuntos se acumulan como fiambres en el Palacio de Hielo de Madrid reconvertido en morgue. Los contagios ellos llegaran en breve a los 40.000! Si España ocupa el cuarto lugar del planeta en “tráfico de datos” nos dijo el Presidente, ha de deploran que también está en el puesto número cuatro de los países con más casos de COVID-19. En este funesto panorama, la única hasta diría “aliviadora” noticia es que podríamos llegar pronto al pico máximo de contagiados. Obviamente hay que tomárselo con cautela.

Desde que comenzó esa crisis sanitaria sin precedentes se ha hablado mucho de si las medidas tomadas por el Gobierno eran suficientes y de si no habían llegado demasiado tarde. Siempre habrá quienes las critiquen y cuestionen su alcance cuando lo importante creo porque es de sentido común, es concentrarse en cómo se puede contener la pandemia ahora. El confinamiento parece dar resultados. Pues, bien! Sin embargo, empezamos también a escuchar voces, de expertos y de otros no tan expertos que opinan que reclusos en nuestros hogares no desarrollaremos los anticuerpos necesarios para poder luchar contra el coronavirus si se hace crónico como la gripe corriente o si aparece otra ola. Pero dado a que ningún gobierno estaba dispuesto a asumir perdidas multitudinarias (estamos hablando de centenares de miles de vidas) todos los países del mundo han optado con más o menos éxitos por imponer cuarentenas a sus ciudadanos. Con lo cual ahora saldremos victoriosos de esta primera batalla (sabiendo y a pesar de las pérdidas sufridas que innombrables vidas fueron salvadas). Pero qué pasara si nos golpea de nuevo el Coronavirus? Estaremos preparados con nuestros millones de mascarillas y guantes para pararlo o por la falta de inmunología los que no cayeron a la primera caerán luego? Al menos le podemos dedicar unos segundos (ahora que tenemos todo el tiempo del mundo) para reflexionar a esta controvertida pero sensata idea.

Pasaron las horas y unas cuantas jornadas… A día de hoy, lunes 30 de marzo, 85.185 personas han dado “positivo” y otras 7.340 no pudieron superar la enfermedad. (Ha de notar también que entorno a un 20% de la población afectada se ha recuperado con éxito.) Las UCIS están ya a plena capacidad en muchas comunidades y los hospitales de campaña (montados en urgencia por los militares) se multiplican mientras se habilitan hoteles para los pacientes más leves. En la comparecencia ante los medios de comunicación de esta mañana de los principales actores que gestionan la crisis y lidian con esta insólita situación no apareció el Doctor Simón. El que hasta ahora aclaraba nuestras dudas y nos daba esperanza al frente del comité de expertos, ese carismático y simpático médico, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad está desde hoy en cuarentena por Covid-19. (Ya son 5 los miembros del Gobiernos que cayeron enfermos.)

Desde hoy también, pero con moratoria hasta mañana un nuevo Boletín Oficial del Estado ordenara cerrar las empresas que no son de absoluta necesidad para que los niveles de desplazamiento se mantengan iguales que durante los fines de semana. Mas trabajadores en casa supone menos interacción entre la gente, lo que disminuye los riesgos propagación. Esta medida se aplicará hasta el 9 de abril. Pero no se equivoquen, estos 8/9 días de confinamiento no son vacaciones y de acuerdo con los estatutos de cada empresa y por consenso entre empresarios y trabajadores estás horas se tendrán que recuperar. (Y ello antes del 31 de diciembre, quedándose más tarde, haciendo pausas más cortas o cogiendo días de vacaciones, cuando todo vuelva a la normalidad.) Esta medida no me parece mala en un principio dado a que muchos negocios y comercios al reabrir se verán así con una sobrecarga de trabajo sabiendo que su actividad primero frenó y luego se paró. Así que a numerosas PYMES les puede convenir. A los trabajadores menos, porque nadie querrá echar horas extras luego por las puras. Pero es hora de “arrimar el hombro” y tal vez lo que hubiésemos hecho renegando ayer lo haremos mañana alegres! No soy profeta, pero tengo fe en el ser humano y me gustaría creer que podemos salir “mejorados” de esta tragedia.

La curva sique subiendo sin parar a pesar de que el porcentaje de “nuevos infectados” va poco a poco disminuyendo: 85.195 casos y 7.340 víctimas, estas son las cifras a finales de marzo. Para el “día de los inocentes”, los números hablan por sí solo… El Sars-Cov-2 se llevó por delante a 9.000 personas y ya superamos los 100.000 enfermos desde que empezó a propagarse la pandemia por el territorio español. No soy como se diría alguien especialmente sensible y la gente que no me conoce bien en muchas ocasiones me tacha de “frio”. Lo confieso sin pudor, durante toda mi existencia he vivido como un puto egoísta, creído y con poca empatía hacia su prójimo. Será por herencia genética o la del sistema neoliberal en el que me crie, porque en Europa a pesar de tenerlo todo sin apenas esforzarnos, siempre queremos más. (Más de todo para unos pocos significando casi siempre menos para el resto!) Pues cuando escucho esas cifras que os acabo de enumerar en medio del silencio absoluto de la calle, me salen lágrimas. (No por debilidad, sino que afloja a la superficie esa humanidad que tanto nos hace falta.) Tras cada número se esconde una persona, el colega, vecino, amigo o pariente de alguien. Muchas vidas entre paréntesis, a la espera de un diagnostico mejor o definitivamente arrancadas y que el Estado y el Ministerio de Sanidad convierten en porcentaje que incrementan estadísticas que nos explican que a pesar de las bajas su estrategia es la adecuada. Obviamente nadie ni ningún gobierno tiene de momento la respuesta para contrarrestar el virus.

Sábado 4 del 04: 124.736 casos y 11.744 muertos. Hoy el Presidente del Gobierno propuso prorrogar por segunda vez el “estado de alarma” hasta el 26 de abril. (Lo que significaría 6 semanas seguidas “encerrados” en nuestros hogares. Algunos de vosotros pensabais que un día nos tocaría vivir algo así? Yo sinceramente, no.) Solidaridad: Apoyo o adhesión circunstancial a la causa o al interés de otros. Pues de eso se trata amigos míos, de ser “solidarios”. Le podemos dar todas las vueltas que queramos a esta palabra y matizar su verdadero significado, aquí y ahora toca poner el interés general delante del nuestro. Nos pidieron no salir a la calle, no tanto para no infectarnos sino para no infectar a los demás. A los más vulnerables y a las poblaciones de riesgo, principalmente los ancianos. Ahora que la curva por fin tras tres largas semanas se va debilitando ha de pensar en la recuperación. Que haremos “el día después”. Mañana, un mañana todavía lejano, cuando se nos permita pisar de nuevo las aceras para otra cosa que no sea tirar la basura o comprar víveres? Obviamente no todos reaccionaremos de la misma forma ante esa libertad reconquista. Qué se levante la cuarentena, para muchos será sinónimo de miedo más que de alegría. Unos cuantos no saldrán más de lo necesario. Pero qué será necesario y que no tras un periodo que nos habrá cambiado totalmente por dentro. Que habrá modificado nuestra manera de percibir las cosas del cotidiano, nuestro entorno y hasta la propia gente. En un sentido estricto “lo necesario” hace referencia a “lo imprescindible” pero el Estado para reactivar el país parado quiere que se recupere rápidamente el empleo, lo que conllevaque “como buenos esclavos” volvamos al curro! Prima el interés general, no lo olviden! Aquello entonces a pesar de que de momento todas sean suposiciones podría significar que el primer “colectivo” en salir serían los “trabajadores” con contrato en vigor. Lo que excluiría a los desempleados víctimas de despidos improcedentes justo antes del Coronavirus, a los que trabajan en “B” y a los vagos como yo!

La edad también puede ser un criterio determinante. Que no salgan a la calle los mayores de 65 años que además no producen (y que con una lógica que todavía está por demostrar son “prescindibles”). Los niños hiperactivos se merecerán un recreo después de tantos días atrapados en casa, pero quien cuidará de ellos si los padres vuelven a sus empleos y las escuelas se mantienen cerradas? Los abuelos? No, que estos no salen! Entonces por ende los mocosos tampoco, fin del asunto! Vale, pues entonces con los “trabajadores, trabajando” y regresando a sus hogares después de un largo día laboral (con horas extras garantizadas) los brazos cargados con la compra necesaria para alimentar a la manada ociosa, tras pasear al perro tendrán que atender a las necesidades de sus seres queridos de todas edades. Ello para cumplir con la supuesta “solidaridad” evocada antes y tal vez “geolocalizados” para que las autoridades vean que no huevean ni se entretienen más de lo esencial antes y después de su jornada laboral, se irán a la cama agotados pero vivos y solidarios. Falta hablar de los “asintomáticos”. Están en el centro del debate: Qué hacer con ellos? “Se portan bien” pero el Estado preferiría tenerlos bajo control. Se esta evaluando un “encierro voluntario” en recintos adecuados. Esa “privación de libertad temporal” seria voluntaria nos dicen desde el Gobierno, pero realmente habrá voluntarios? Apelando al sentido común y la cohesión social puede que funcione ese plan pero no soñemos, todos valoramos nuestra libertad y la ansia de recuperarla podría pisotear los principios básicos de fraternidad.

Felices pascuas! Pasaron unos días, ahora la unidad de medición del tiempo es la semana para quienes apenas salimos y contemplamos desde las alturas de nuestros balcones soleados las calles desiertas. (Ni caminantes, ni coches.) los días tienen 168 largas horas. Una semana más de confinamiento y una menos para que todo acabe! La Semana Santa transcurrió sin procesiones, ni nazarenos, ni dulces. Ni la fe, ni la religión son de gran ayuda cuando todo se desmorona. Los muertos siguen representando más o menos el 10% de todos los contagiados. Las cifras aumentan de 1.000 en 1.000 casi para los primeros y de 10.000 en 10.000 para los segundos. Hoy día 14 de abril son respectivamente, 18.150 los fallecidos y 172.655 los enfermos mientras el total de recuperados es de 67.000. Este último dato es el único bueno, pero los infectados duplican todavía el número de personas libres de virus. Hoy martes tras varios días festivos (festivos durante la cuarentena qué sentido tiene) y dos semanas de hibernación casi total de las empresas se reanudaron ciertas actividades, principalmente la industria y la construcción. A la gente que regresa al trabajo se les da en los puntos neurálgicos de las grandes y medianas urbes, mascarillas desechables (como para ir al quirófano) y buses y metros se ven asaltados por aquellos posibles futuros enfermos disfrazados de cirujanos. Otro en volver a su puesto ha sido esta mañana el doctor Fernando Simón que ya recuperado nos dio las malas noticias de las ultimas 24 horas!

También hemos sabido qué los 43 millones de móviles de los españoles (y residentes en España) habían sido monitorizados y que la media de los desplazamientos era de 500 metros diarios. Yo creo que ni llego a eso en un mes. Claro, tengo el supermercado frente a mi casa y si bajo dos veces a la semana para comprar alimentos ya es mucho. Como mato las horas? Manteniendo mi cuerpo y mi mente lo más saludables posibles y aprovechando las horas de sol para tomar aire, lo que para mi es imprescindible. Por suerte tengo amplios balcones y si el día lo permite hago vida allí… Fuera, pero sin salir de casa! Me cuesta cada vez un poco más procesar el flujo de información que nos llega a diario. Hasta diría yo que no lo hago intencionalmente. Tomo apuntes de lo que me parece relevante que traspaso luego a la computadora para ir ampliando esta crónica cuando decido abrir el archivo correspondiente en mi escritorio virtual. Un archivo que empezó el 27 de febrero llamándose “En busca del paciente 0” y que ahora se llama “Crónica de un virus” dado a que a nadie ya le importa, por quien, donde y como empezó a proliferar el Covid-19 en España y que además los acontecimientos que os voy contando lo son de modo cronológico a pesar de que no me ponga todos los días a reportar la evolución de la epidemia. Para permanecer cuerdo, intento mantener cierta distancia intelectual entre el virus y yo. Lo único que pretende esta narración en forma de nota que refleja datos oficiales (algunos de ellos “cuestionables”) e impresiones mías es dejar un rastro escrito lo más honesto posible de lo que habrá sido vivir esta pesadilla! La visión de un ser humano “x” atrapado voluntariamente entre sus cuatros paredes no por miedo a que lo multen sino por civismo, compasión y respeto a la vida humana. (Vidas ajenas, las vidas de los demás.) Empecé a escribir lo que iba a ser un texto breve en principio desde un espacio publicó (probablemente un bar o una cafetería entonces abiertos) sin imaginar que dos meses más tarde le seguiría agregando aportes. Definitivamente queda demostrado que la vida nos puede dar sorpresas!

Lunes 20 de abril. (Día festivo en Valencia!) 200.210 casos confirmados y 21.852 fallecidos. Esta última cifra entre paréntesis ya que está duramente cuestionada por la oposición y la opinión pública debido al sistema de recuento del Estado que solo contabilizaba como “muertes derivadas del Coronavirus” a los enfermos fallecidos en hospitales. Pero se sabe desde hace semanas que un gran número de mayores murieron en residencias y otras muchas personas solas (aunque no siempre) en casa. Es el sistema establecido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos dice el Gobierno para tratar de callar a los descontentos, lo que lejos de calmar los ánimos le da aliento a la derecha más dura. De hecho, hay cada vez más discrepancias entre fuerzas políticas, lo que se traduce en patéticos discursos llenos de reproches y de odio en las cortes del Congreso y del Senado. Desde el pasado sábado se sabe también que el Estado de alarma seguirá en pie al menos hasta el 10 de mayo lo que ya serian 8 semanas de confinamiento estricto para muchos de nosotros. Y si es cierto que al no salir no gastamos casi nada de dinero, tampoco tenemos ingresos! (Me refiero aquí a las personas recluidas en sus domicilios que no cobran ni salario, ni paro ni subsidio, ni tampoco ayudas de ningún tipo.) Los niños de menos de 12 años (es la edad avanzado por el Presidente del Gobierno en su última intervención) podrán salir a la calle un ratito a partir del día 26. Los médicos especializados en la infancia, psicólogos, pediatras y otros respaldan plenamente una medida que veían necesarias para la salud de los más pequeños. (Luego, que dichos niños y niñas no pasen el virus a otros colectivos, bueno…Ya se vera! Allí también las medidas de higiene e distanciamiento serán la clave para mantener a salvo al resto de la población.)

Hoy domingo (26 de abril) los “niños y niñas” según la formula del Gobierno menores de 14 años finalmente han podido salir a la calle acompañados por un adulto. En mi barrio valenciano no se hizo esperar mucho el helicóptero de la Policía Nacional que antes de las 12.00 del mediodía sobrevolaba como una gaviota hambrienta el parque para evitar aglomeraciones. Era previsible que algunos padres tontos iban a acudir todos a la vez y a la misma hora a las zonas verdes de la ciudad a pesar de tener doce horas (de 9.00 a 21.00) para pasearse con su progenitura. (Me imagino que estará pasando exactamente lo mismo en otras poblaciones.) Pero la gran alegría para todos los que nos hemos echado atrás a la hora de traer a descendientes (pequeños clones nuestros) en la faz de la Tierra es que de la misma boca del Presidente supimos anoche que a partir del sábado 2 de mayo (vaya fecha llena de significados para mi “francés”) nosotros, “los adultos” podremos pasear también o hacer deporte al aire libre. “LIBRES!” Tras 6 semanas encerados y con otra mas a la vista, la noticia cayó en mis oídos como un bombazo! Que alegría, aunque dicha felicidad reconquista nos trae un montón de dudas e incertidumbres. Estaremos a salvo fuera? Obviamente cuando uno calza sus zapatillas para ir a correr solo de madrugada las probabilidades de contagio son escasas para no decir nulas. Lo mismo si vas en bici. (En mi caso para arriesgarme lo mínimo, en vez de únicamente mantener la distancia social recomendada prefiero elegir bien cuando salir. Cuanto menos gente, mejor.) Creo que seria  interesante intentar que los demás no se conviertan en nuestra principal fobia!

Aquella desescalada soñada prometida por las autoridades sanitaria y el Gobierno por fin se está produciendo desde hoy. No olvidemos sin embargo que todavía fallecen alrededor de 400 personas al día en España por Coronavirus. Y si la cosa ha mejorado bastante en las dos últimas semanas, tampoco cantemos victoria prematuramente. Hasta que llegue la vacuna “el virus” nos seguirá golpeando y se seguirá cobrando vidas de seres queridos. Poco a poco los investigadores nos develan más información acerca del ya demasiado famoso Covid-19 totalmente desconocido hace unos meses. De donde viene, como evoluciona, muta y se propaga. La hipótesis avanzada por los científicos es que nos los transmitido el murciélago vía el pangolín (este bicho raro que parece un cruce entre un erizo y un lagarto) que los humanos comemos en Asia y principalmente en China. El enemigo público No1 mide 120 nanómetros y se trasmite con una velocidad sorprendente. Tan minúsculo y tan letal! (Hace poco estaba viendo un documental sobre las causas que podrían llevar a la desaparición del hombre. Era una proyección claro, algo descabellada y futurista, pero de las posibles razones, entre guerras, accidentes nucleares y otras calamidades “el riesgo por pandemia” tenía el primer puesto del ranking.) “El enemigo es invisible” como nos dice Sánchez. “Estamos en guerra y derrotaremos al virus” (al menos que nos derrote primero). El primer asalto ya hizo cerca de 3 millones de bajas médicas y 200.000 muertos a nivel mundial y no hemos acabado todavía así que de momento diría yo que el marcador no va precisamente a favor nuestro… Humanos: 0 - Virus: 1

27 de febrero - 27 de abril. Ya voy dos meses con esta “crónica” del virus! (Fuera de eso, poco he escrito. No me da la cabeza y menos aún he leído.) Como se ha sabido por los videos publicados en los noticieros y redes sociales, ayer para ese primer paso hacia el desconfinamiento parcial de la sociedad donde padres y niños podían pasean por primera vez juntos, varios “no han respetado” las reglas del juego y el famoso 1-1-1-1 (1 paseo diario de 1 hora máximo con 1 adulto a no más de 1 kilómetro de distancia del hogar familiar). Viendo las imágenes por televisión o en internet descubrimos familias enteras paseando por las playas y los parques, parejas aprovechando la ocasión para sacar a su mascota o a relucientes coches de recién nacidos acudiendo a los mismos lugares concurridos como para celebrar la llegada de la primavera. Otros tantos niños jugando en grupo y más comportamientos incívicos. Todo ello hizo que las autoridades se replantearan si habían tomado las medidas correctas. Apelan a la responsabilidad ciudadana pero también saben que el comportamiento de algunos puede hacer peligrar lo que logremos con un gran esfuerzo en las últimas semanas. No descartan poner sanciones a los reincidentes que decidieran interpretar las reglas establecidas de la desescalada como se les antoja para que no se dé una mueva escalada de contagios. Desde mi ventana miro con cierta tristeza la falta de solidaridad de aquellas personas que pasan del resto. Estoy algo decepcionado, pero he de reconocerlo, no tan sorprendido. Lo qué si se puede y se debe celebrar son los 100.000 curados a día de hoy!

Cuando se abre el gallinero lo probable es que todas las gallinas se precipiten para salir al campo. Pasa lo mismo con nosotros y desde el Gobierno y Sanidad ahora que ya con la salida de los niños del pasado 26 de abril han dado un paso adelante hacia el desconfinamiento general de la gente para que todos podamos recuperar cierta libertad de movimiento, no saben muy bien como contener la euforia colectiva y organizar de forma controlada y gradual la apertura de las puertas! Todos tenemos la vista puesta en el 2 de mayo. Es “la fecha”! Después de los 6 millones y pico de menores que junto a sus padres invadieron las calles y los espacios públicos el pasado domingo, este sábado no son ni más ni menos que 47 millones de bípedos que están invitados a salir. Podrán (y podremos) caminar, correr o pedalear con total impunidad poniendo una vez más en riesgo la frágil apariencia de vuelta a la normalidad. “El virus no se ha ido” dijo Sánchez en una de sus intervenciones. Así que si hay un rebrote o repunte de casos de infectados todas esas gallinas felices (o pollos sin cabeza) tendrán (tendremos) que volver al gallinero manu militari si fuese necesario para otro encierro! No hubiera sido menos arriesgado empezar esa nueva etapa de movilidad el lunes 4 (día laborable) que en pleno fin de semana para evitar que se reprodujesen las avalanchas del 26 de abril (domingo) que luego lamentemos. Como en apenas una semana (26 de abril - 2 de mayo) hemos podido pasar de la cuarentena y del confinamiento casi absolutos a una total libertad (aún se definan franjas horarias o turnos para que pueda salir un colectivo u otro según ciertos parámetros)? Nadie lo entiende! Si bien es cierto que el Gobierno no tiene la culpa de la llegada del brote de Covid-19 a España y que ni gestiono mejor o peor la crisis sanitaria derivada de ello que otros países, ahora “su responsabilidad” es organizar la vuelta a esa “seudo normalidad” a la que todos queremos entrar con las mejores condiciones posibles. Una normalidad distinta “si”, parcial, con restricciones, y un coste para nuestro bolsillo, pero ha de ser plenamente “segura” y todavía son muchas las incógnitas. Pocas veces se nos recuerda por nuestros logros o méritos y casi siempre se nos juzga por nuestras metidas de pata, tropiezos, errores o falta de visión. Pues esta vez, hagámoslo bien! Hasta ahora el Gobierno ha estado plenamente ocupado controlando la expansión del virus, pero ahora viene su trabajo real, la política! Ya veremos de que es capaz ese gobierno progresista.

Pues ya se sabe, de 6.00 a 10.00 y de 20.00 a 23.00, ese será el horario en el que deportistas y caminantes (sin niños pequeños ni canes) podrán ir a la calle. Todavía no se sabe si habrá una restricción en el tiempo o no. Es decir, salir solo una hora por ejemplo… Total, tienen hasta mañana para decidirlo y eso sí por favor, que nos avisen! No nos queremos enterrar cuando un policía local nos ponga la sanción! Mientras tanto nuevas pistas han surgido para tratar de evitar una propagación del virus a través del agua esta vez. Estudios muy serios intentan averiguar si hay rastros de Covid-19 en las aguas fecales. (Para que todos nuestros sacrificios no se vayan al retrete cuando nos demos ese primer baño del año en el mar.) Quien sabe, la podríamos cagar sin darnos cuenta y tras un bonito día en la playa pasar el resto del verano confinados y enfermos.

El Estado de alarma otorga el mando único. No fue fácil para el Gobierno conseguir apoyo suficiente para una cuarta prorroga, pero con la abstención de la oposición (PP) y el apoyo de nuevos socios (entre ellos Ciudadanos), salió adelante. Pero lo cierto es que ha sido todo un embrollo ya que no se querían desvincular las ayudas y prestaciones puestas en la mesa por el Gobierno de dicho Estado de alarma o al menos de este modo y con explicaciones poco convincentes quisieron vendernos la moto en el debate del pasado martes en el Congreso de los diputados. Estuvieron muy cerca de que el tiro les saliese por la culata y será casi imposible federar de nuevo el hemiciclo para una prórroga posterior. Mientras tantos hemos entrado a la Fase 0 del gran plan de desescalada dibujado por los expertos (cuyos nombres no se pueden desvelar según nos confesó el doctor Simón) a cargo de llevarnos a esa “nueva normalidad” soñada. Podemos salir de casa, cada cual en un horario predeterminado y ello principalmente para pasear o hacer recados por el barrio, pero todo sigue cerrado. Si desde el lunes 4 de mayo el sector de la hostelería (bares y cafés) puede reabrir para responder a pedidos online o por teléfono y algunos comercios al por menor han sido autorizados a levantar su persiana, la gran mayoría ha preferido mantener su negocio cerrado delante la escasez de clientes y porque les era muy complicado y poco rentable cumplir con todos los requisitos de esta primera Fase del desconfinamiento. El Gobierno ha tendido la mano a las Comunidades Autónomas ofreciéndoles una “cogobernanza” para llevar a cabo el calendario que se ha propuesto. No pueden decidir, pero si dar su opinión. (Bienvenidos a la democracia del siglo XXI!) El miércoles, después de tan solo dos días en la Fase 0 todas estas Comunidades ya pedían pasar a la Fase 1 (en realidad la segunda fase) el próximo lunes 12. Regresar a la normalidad lo cuanto antes parece ser la principal preocupación de todas las autonomías y con la economía parada no hay riegos que no valgan la pena! (Ese podría ser el slogan de una vuelta a la normalidad a marcha forzada.) A nivel sanitario, si ya en su momento se dijo que el virus no entro por un solo contagiado el famoso “paciente 0” sino por al menos 15 fuentes distintas, se sabe desde hace poco que se detectó en el país vecino (Francia) un primer caso de Covid-19 el 1 de diciembre, tres días antes de que las autoridades chinas dieran la voz de alarma. Algunas fuentes avanzan que se pudo traer a Europa directamente de Wuhan donde se celebraron en octubre del 2019 los Juegos Mundiales Militares (juegos para las fuerzas armadas parecidos a las olimpiadas). Otro dato preocupante, apunta un informe de Sanidad que tan solo el 5% de la población española habría pasado por la enfermedad y quedaría supuestamente “inmunizada” de cara a un posible rebrote. Bien lejos de una inmunidad colectiva o de “rebaño” para la que es necesario que al menos el 70% de los ciudadanos se hayan infectado y recuperado.

Después de 8 semanas sin ejercitar las piernas apenas, he cogido mi bici para reencontrarme con la calle. La sensación ha sido extraña. A los pocos segundos pedaleando ya casi se me había borrado por completo estos 2 meses de cuarentena, confinamiento y soledad. Como cuando uno se despierta de una mala noche. Obviamente la ciudad sigue media dormida, silenciosa y con pocos coches rodando por sus arterias. En los espacios verdes y paseos marítimos es donde todos los recién liderados se han citados. Como si de un inmenso carrusel se tratase, ciclistas y caminantes de distintas edades acompañados algunos de sus canes avanzan en comunión hacia su nuevo destino, esa “nueva normalidad”, en orden y bajo el ojo atento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Tras mis dos salidas me duelen las piernas como si no hubiera montado en bici nunca, es de risa! (En tiempos “normales” suelo caminar alrededor de unos 10 kilómetros diarios por A o B motivos entre paseos y obligaciones de ir a un sitio u otro y puedo correr la misma distancia o más sin apenas esfuerzos, nada que ver con los apenas 10 metros que separan mi vivienda del super del frente. Con la bici solía hacer recorridos de 70/80 kilómetros corridos sin ningún problema tampoco. Pero claro, en los últimos 50 días me habré movido 2 kilómetros andando en circulo en mi casa o bajando para hacer la compra o tirar la basura y mis miembros posteriores se resienten.)

Lunes 11 de mayo. La mitad del territorio español pasa a la Fase 1, Las tres principales ciudades del país, Madrid, Barcelona y Valencia se quedan en la Fase 0 con las restricciones que conlleva no subir de fase, lo que genera cierta crispación y descontentamiento de las autoridades locales. (Seguimos con la misma dinámica competitiva entre Comunidades Autónomas de quien saldrá primero del desconfinamiento.) Los líderes regionales levantan la voz y hablan de criterios más políticos que sanitarios lo que desmiente enseguida el Gobierno central. Ahora la lucha ya no está en los hospitales sino en los plenos donde el Gobierno pide consenso y la oposición y los bien denominados partidos “palanca” o “bisagra” buscan sacar tajada poniendo sus condiciones para seguir remando en la misma dirección. En Madrid el descontentamiento llega a su paroxismo y algunos ciudadanos aprovechan su paseo nocturno para manifestar su rechazo a la parálisis económica del país. (Mejor confinados y pobres diría yo que libres y muertos! Pero realmente hay quienes temen más a sus consecuencias que a la propia pandemia!) El estado de alarma con sus restricciones alienta la bronca social al menos de cierta franja de la sociedad que privada de sus ingresos y con una movilidad reducida ve allí una vulneración de sus derechos básicos. Es lógico que la gente proteste frente a la escases creciente de dinero e la imposibilidad de trabajar o de acogerse de las  ayudas sociales prometidas. Nos han vendido los créditos (entre ellos los ICO) como si fuesen la salvación, pero endeudarse a ciegas sin la menor idea de cómo será el día de mañana y de si habrá una vuelta a la normalidad no es la solución. Recemos para que los bancos no vuelvan a convertirse en los usureros de esta crisis! Dia 15 de mayo… 274.367 infectados, 27.459 fallecidos (el 10%) y 143.374 recuperados desde que empezó todo. Todavía son muchos más los enfermos que los curados (casi el doble) lo que significa que la lucha no ha terminado! En las 24 últimas horas,138 personas han perdido la vida. El virus sigue matando, de eso no hay duda!

Poco a poco nos vamos encontrando con aquella “nueva normalidad”. El pase de la fase 0 a la fase 1 en la Comunidad Valenciana donde resido y en otras (menos Madrid) supuso un gran cambio. Con cierta libertad reencontrada podemos regresar a nuestros hábitos y a algunas prácticas (no siempre cívicas ni solidarias) que habíamos dejado atrás hace semanas. Al pisar la calle nuevamente se siente un profundo alivio por parte de la gente. Si no se pueden negar contradicciones en las medidas en vigor, toca disfrutar de lo que tenemos. (Un ejemplo sin embargo de dichas medidas tiene que ver con el uso de la bici. A los ciclistas se nos permite usar nuestras máquinas “solo y solos” para hacer deporte en la franja horaria indicada en el BOE y sin salirnos de los límites de nuestro municipio de residencia, pero paradoxalmente, podemos coger la misma bicicleta a cualquier hora para ir a juntarnos con fulanito, menganito y otros siete colegas más si se nos antoja en la terraza de cualquier establecimiento este o no en nuestra ciudad. Siempre y cuando no cambiemos de provincia claro.) De las “malas conductas” se podrían destacar dos corrientes con motivos y fines bien distintos… Las agrupaciones en parques y playas de los ociosos y seudo deportistas y la ocupación que hacen los descontentos de las aceras y plazas de algunas ciudades y barrios en concreto. (Los primeros se olvidan directamente de los demás y los segundos si bien es cierto que “manifestarse” es un derecho constitucional, reclamar por reclamar y más todavía en el contexto actual no tiene a mi humilde opinión mucho sentido. “Te dan algo, y quieres más!” pero lo enfocaran más bien como… “Devuélvanme lo que me habéis quitado!”) Cuando no hay voluntad de entendimiento, sencillamente no la hay! En el Congreso de los Diputados pasa lo mismo. Sánchez para conseguir “su” quinta prorroga ha tenido y peso mis palabras que “pactar con el diablo” y lo peor de todo es que ya existía un preacuerdo (se supo después) hablado antes de su comparecencia ante la Cámara lo que provocó un profundo rechazo de sus aliados de gobierno. (Ya lo decía yo al empezar esta nota… Estará a la altura de la expectativa de sus electores este Gobierno “progresista” o será barrido con el polvo y las cenizas de la crisis sanitaria que ya se está convirtiendo en una crisis económica y social? Habrá más víctimas, “víctimas colaterales” es de temer que los propios muertos e infectados por el Coronavirus.

Ayer tristemente fue el día donde más “nuevos casos” se detectaron por todo el mundo. En España sin embargo en los tres últimos días tuvimos que deplorar menos perdidas, el número de fallecidos bajo de los 100 a diario. Respectivamente fueron, el lunes 87, el martes 59 y 95 el miércoles. Cifras alentadoras que no dejan de ser tragedias para todas estas personas emputadas de repente de un miembro de su familia por culpa del Covid-19. Ha pasado otra semana y la cosa ha mejorado aún más. Si no podemos hablar de victoria completa ni definitiva todavía, a nivel nacional el virus está remitiendo significadamente lo que se traduce en un solo muerto este miércoles, lo mismo ayer y hoy viernes lo ideal seria no contabilizar ninguno! Si en el ámbito sanitario y psicológico se sanea poco a poco el panorama y se cierran las heridas, en el terreno político lejos de acercar posturas e intentar llegar a un consenso, hemos asistido a lo largo de toda esta semana a un deplorable y ridículo espectáculo por parte de los líderes (y sus portavoces) tanto de derecha como de izquierda. De quienes esperamos (cada uno a su nivel) con cierta ansiedad soluciones o al menos propuestas viables para volver a poner en marcha la económica del país dándonos herramientas para afrontar la nueva normalidad que se perfila ya a la vuelta de la esquina, solo nos llega los insultos que alimentan los titulares de medios de comunicación dóciles y el eco de discursos rancios, perturbadores y falsamente patrióticos. Ni en el Congreso, “sus Señorías”, ni tampoco los miembros de la Comisión para la reconstrucción se molestan de momento en ofrecer respuestas claras a las incertidumbres de la gente. Asistimos atónitos al rifirrafe de siempre!

Ahora que se sabe que 140.000 millones de la caja europea común vendrán palear los efectos del Coronavirus en España, los políticos se pueden dedican a lo que mejor saben hacer, “descreditarse mutuamente”. Una vez más la “Madre Europa” cuidara se sus hijos más desfavorecidos un tanto inocentes y caprichosos. Aquella Unión y esa solidaridad que España es incapaz de aplicar dentro de sus fronteras (cada comunidad autónoma perdida en su propia lucha), un conjunto de países la puede poner en práctica con éxito, que raro no? Sera que a la joven democracia ibérica todavía le falta recorrido y madurez, pero tendrá que aprender y rápido de sus vecinas para poder sobrevivir y si no quieren que poco a poco le vayan quitando competencias. “El estado soberano” tiene sus límites y limitaciones y si tambalea otros más avispado le dirán como hacer las cosas. No es ninguna novedad afirmar que las grandes orientaciones y decisiones se toman en Bruselas desde hace años no en Madrid y habría que ser muy ingenuo para creer que Europa va a poner pasta en la mesa a cambio de nada. De los 77.000 millones de transferencias directas (a fondo supuestamente perdido) como de la línea de crédito de otros 63.000 millones, habrá que rendir cuentas de como y donde se gastaran y obtener el visto bueno previo de la banca que pagará los recibos! (España con sus multas puestas durante el confinamiento y las pensiones de los difuntos que desgraciadamente no tendrá que abonar solo tiene calderilla no lingotes y con eso no se va a reconstruir nada!)

Poco a poco vamos saliendo del túnel. Un profundo y muy oscuro agujero que se tragó nuestras esperanzas, nuestra ilusión y nuestros ánimos durante los larguísimos meses. Nos dejó al descubierto, desnudos de cuerpo y alma, haciendo vernos las carencias (y la avaricia) de un sistema deficiente y pervertido. Solo la ciudadanía a pesar de sus diferencias y discrepancias supo mantenerse unida frente a la enfermedad, el resto se hizo añicos. Si de todo se puede aprender, la principal lección que nos ha dado el Covid-19 es que somos vulnerables, como seres humanos pero también como sociedad. Los viejos modelos del siglo XX han quedado obsoletos, ha de revocarlos, “renovarlos” y renovarnos con ellos. Si realmente se avecinan nuevos tiempos ya que el mundo que conocíamos ha desaparecido para siempre, pidamos cambios reales para mejorar, prosperar y crecer. Estamos en el año 2020 viviendo como hombres del pasado. El futuro se construye desde el presente, no hay que mirar más atrás. Dejemos a un lado lo que sobra para centrarnos en lo que realmente nos importa (que nunca lo hemos tenido tan cerca). Emancipémonos deshaciéndonos de una vez por todos de esa pesada crisálida heredada que nos impide levantarnos y avanzar. La cura esta a nuestro alcance así que no echemos la mirada hacia otro lado.

*Los últimos datos a día de hoy hablan de más de 290.000 contagiados y 27.000 fallecidos (19.000 de ellos de edad avanzada) en España. Mas de 52.000 sanitarios se habrían infectado durante la epidemia. A nivel global son 7.700.000 las personas contagiadas y 430.000 las que fallecieron. El covid-19 este años será más mortal que  la gripe, me equivoque!

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