Sonreíd es viernes!
Sonreír, y para qué? El cable exterior de la antena de mi televisor, el que va de la vivienda al techo del edificio se ha estropeado… Botellones en la azotea?… Obreros pocos cuidadosos a la hora de revisar las instalaciones que tenemos allí arriba o de poner otras nuevas para el disfrute de la comunidad lo habrán arrancado sin darse cuenta? (Muchas veces, malogran una cosa arreglando otra)… Las tejas del techo que se siguen desprendiendo a medida que pasa el otoño, debido a las fuertes lluvias y las rachas de viento de las alturas lo pueden haber cortado?… De donde proviene o de quien es la culpa, no me importa! El resultado de aquellos desperfectos (naturales o provocados por el hombre) es que NO TENGO TELE! Lo que en si no fuera tan mala noticia al no ser que por el escaso flojo de datos que me llega. Me siento apartado del mundo! (Lo que en el fondo tampoco es grave!) “Desconectado” del resto de mis semejantes pero en fase con mi mismo! (Eso es lo principal.) El asunto es que no compro periódicos desde hace tiempo. E internet? Claro para estar al tanto de los “grandes acontecimientos” del planeta (o de fuera), nada mejor que la información “objetiva” que uno se busca solito en la web. No obstante mi conexión wi-fi es pésima para no decir nula. Y el cable, para enchufar el ordenador directamente a la “caja mágica” proporcionada por mi operador al atarme de por vida(o casi) a él? Pero quien usa cables hoy en dia? (Ni sé donde lo he guardado!) Lo único que me queda entonces para conocer los más recientes sucesos del universo empezando por España, seguida de Europa, sin olvidarnos de la omnipresente Latinoamérica, es conversar al bajar el perro, ya no con el portero (despedido hace meses) sino con la señorita de la limpieza. Una peruanita cotilla como ella sola, que me cuenta lo más destacable (según ella) de las últimas 24 horas.