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Le blog littéraire de Cedric Josse
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  • Ce blog mélange récits, expériences personnelles, analyses et critiques de la société le tout ponctué de commentaires sur l’actualité nationale/internationale. Este blog mezcla relatos, experiencias personales, análisis y critica de la sociedad.
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18 août 2010

El sendero de los aduaneros

SDC15228_copia___Copie__2_El sendero de los aduaneros al final de un bonito recorrido y tras coger otros senderos cuyos nombres no me acuerdo corre por la costa y desemboca justo a la altura del emblemático principado de Mónaco. En concreto, muy cerca del Yatch Club donde una piscina olímpica domina el mar acogiendo los juegos inocentes de niños de millonarios. No hay dudas de que los ricos se lo pasan en grande en semejante sitio!

Como solo voy a estar unos días por la zona y lo quiero aprovechar todo al máximo, ando un poquito apurado. No me dará tiempo para ver tantas cosas como quisiera y debo hacer prueba de estrategia para sacar horas de donde no las hay. Así que, en vez de, primero hacer mi footing y luego, más tarde, pasearme por la orilla del mar hasta alcanzar el sendero de los aduaneros caminando, opte por ponerme la zapatillas y empezar a correr directamente saliendo del piso donde me hospedo, frente a la playa des Sablettes para llegar más rápido al dicho sendero y seguirlo a pasos rápidos. Así no me perderé nada y encima haré deporte!

Pase por las playas de Mentón y de Rocabruna tan chiquitas que parecen decorado de cine recién salido del taller. Todas son iguales en proporción y tamaño de una punta a otra. (Luego, tras las vacaciones, les doblaran y les devolverán al camión de la producción para que se las lleve al almacén hasta el año siguiente.) Debido a la estrechez de la banda de piedrecitas (aquí no hay arena) la gente lo comparte todo “de pies en cabeza”. Del detalle más íntimo de su fisonomía al secreto mejor guardado, todo saldrá a la luz al primer momento de despiste.

Deje el paseo marítimo y las últimas urbanizaciones y tras un gran portal, subiendo por una pequeña cuesta encamine por el primer sendero. Como aquí, todo lo controla la mano del hombre, el camino polvoroso serpenteando entre bloques de granito y arboles que me había imaginado resulta recubierto de cemento y va pegado al mar de la forma más recta posible. Entre tierra y agua unas bonitas chimeneas de color blanco y negro ascienden del azul profundo del mar al celeste del cielo en una harmonía perfecta de tonos y formas.

Por los pueblos anteriores, me cruce con unos cuantos corredores y corredoras. (En verano, la gente se pone en forma. Le gusta sentir se bien y lucir un cuerpo perfecto.) Pero ahora que la cosa se complica por el relieve y la distancia mínima que habrá que recorrer para poder salir de allí, solamente me topo con unos escasos deportistas locos quienes como yo se están cocinando bajo el sol de agosto.

A pesar de la hora, a penas las 9 de la mañana, el astro solar ya alto arde y calienta la atmosfera de manera tremenda. Tanto que a los pocos hectómetros me tuve que quitar el polo mojado que parecía trapo!

Mentón es el primer municipio entrando a Francia desde Italia así que no hay nada sorprenderse en que se llene de ritals para bien o para mal. Aquí también en el sendero, buena parte de las personas que andan o están haciendo footing son de nacionalidad italiana.

Una chica me saluda. Ciao! Le habrá llamado la atención mi bonito bronceo o mi cuerpo bañado de sudor donde cada hueso y cada musculo de mi torso resalta. Ciao! En todas circunstancias, (hasta corriendo) ha de mostrarse amable con la gente! (Aunque a veces, parado, ni se me escapa un suspiro por la boca.)

El camino sube y baja, baja y vuelve a subir, tanto que le pusieron peldaños para compensar el desnivel. A la cima, otras escaleras lo precipitan de nuevo al agua. Allí va, subiendo, bajando al ritmo de la topografía del terreno y de mis nuevas New Balance que no se quejan de pisar otro suelo que la tierra seca del parque del Retiro.

Yo tampoco me molesto del hecho. Uno no puede dar vuelta sin fin atrapado entre rejas. Por verde que sea la prisión, siempre le faltara espacio y libertad de movimiento. A veces es necesario salirse del marco a comprobar si realmente todos los caminos llegan a Roma. El mío en concreto, hoy, me llevara a Mónaco.

Llegue primero (lo normal corriendo solo) a un aparcamiento de coches que por los modelos expuestos parecía el parking de una gran sucursal de uno de esos concesionarios alemanes. Allí en el asfalto, en medio de las berlinas paradas, viniendo hacia mí, un combi Volkswagen celeste y blanco cuidadosamente reacondicionado (prefiero este término a la asquerosa palabra “tuneado” que aquí en España suena como una injuria a los vanguardistas diseños de coches recubiertos de una chatarra casera que mata la pureza de las líneas de su carrocería de origen y el alma supongo de quien las elaboro) por nostálgicos de los setenta con plata. Destaca entre los bólidos oscuros de lo demás ricachones.

Mónaco es visto de lejos una ciudad más bien fea a medio camino entre la City de Londres y Alcalá de Henares para que tengan algunas referencias, levantada por y para los ricos de todo el mundo. Me doy media vuelta de inmediato tras pisar su suelo. Tampoco tengo tiempo de sobra para hacer turismo ni investigar si aquel concepto es puro cliché o no. No veré de más cerca por ahora a la elite monegasca. Tampoco comprobaré si son todos tan ricos como se dice, ni si los pobres fueron desalojados a la fuerza por la policía municipal o se marcharon se su propio pie para escapar al boom inmobiliario. Mónaco seguirá siendo una postal en mi mente. Pero dudo mucho que desde abajo la belleza de sus torres desproporcionadas sea a la altura de su grandeza!

De regresada, el sendero parece otro. Con otra perspectiva y ángulos nuevos, puede que mejore hasta el paisaje más soso. Este en concreto no está nada mal. Aunque y lo lamento, la naturaleza no intervenga demasiado en las construcciones humanas, los dos parecen convivir en equilibrio.

Paro el cronometro a los 20 kilómetros de carrera. Los recorrí en un poco más de 2 horas. La marca no es buena pero no se trataba ante todo de disfrutar de la ruta? Además debido a la dificultad del terreno, la ecuación distancia/tiempo en este caso solo tiene valor simbólico. Sobre pista o ruta llana el dato seria francamente malo, pero también sé que el tiempo seria menor o el recorrido mayor, entonces me estimo contento.

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