Puente

Regreso de Bilbao donde estuve para el puente. El puente de la constitución que iba ese año corriendo de lunes a miércoles, los días 6, 7 y el 8 de diciembre. Puente de la Pepa en Cádiz que sobrevolara algún día la bahía soleada. Zubizuri aquí o puente de Calatrava cuyos hierros como lanzas desafían el cielo. Puente entre Paris y Madrid. Entre Francia y España. Pasarela entre dos etapas de mi vida. Dos épocas. Mi no tan lejana infancia y la vejez atemorizadora que ya se acerca! Puente que sin duda marcara, un antes y un después. Un “puente” según el diccionario de la Real Academia Española, si solo retenemos allí las definiciones que no interesan, seria primero una obra arquitectural. Construcción de piedra, ladrillo, madera, hierro, hormigón, etc., que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios, para poder pasarlos. En segundo lugar. El (día) laborable comprendido entre dos festivos y al que, por esta circunstancia, se amplía la vacación. (Aquí el martes.) Y para acabar con los sentidos que presentan algún tipo de relación con la nota de hoy, el puente puede ser la conexión con la que se establece la continuidad de un circuito eléctrico interrumpido. Habrá que ver un paralelo entre aquella conexión y mi vida de ahora? No directamente! El puente entre Bea et moi. Gran salto para cruzar el charco, juntando bajo un mismo techo incas y galos. Uniendo nuestras vidas! Nuestras civilizaciones, nuestras culturas. Nuestros cuerpos y nuestras almas! Hacer un puente es conectarse y desconectarse! A través de la red. The world wild web! Construir un futuro sobre las cenizas del pasado. Olvidar, unificar, planificar! No caí en las aguas turbias del rio Sena y evitaré darme un chapuzón en invierno en el Manzanares. Luego le tendría que hacer la patería a Neptuno para que me salvara y nuestro cayuco del ahogamiento. Que es en definitivo un puente sino el trazado más recto entre dos puntos. Entre dos estados. Lo vivo y lo moribundo. La existencia no es más que un largo puente que vamos construyendo día a día, juntando fragmentos recogidos del suelo y pequeños hechos que pegamos unos a otros con nuestra saliva, nuestro sudor. Trocitos de vida, minúsculos y frágiles que como piedrecitas levantamos para edificar algo bonito. Que tenga sentido y que aguante el tiempo! Tratando de ir lo más lejos posible. Esperamos que al finalizarse nuestro trayecto, habrán valido la pena nuestros esfuerzos, dejando a nuestros herederos un majestuoso acueducto y no una pasarela coja que la primera racha de viento borrara del mapa. Aunque no nos guste nuestra vida a veces, tampoco estaríamos dispuestos a tirarla a la borda para lanzarnos al vacio. Con y sin cuerda alrededor de las tripas. El puenting lo dejamos a otros más valientes. Basta de mareos! No queremos seguir vomitando nuestras penas durante el resto del camino. Bilbao es una ciudad extraña. Si tiene sus encantos, como cualquier sitio también tiene tremendos fallos. Sin embargo y sin llegar a estar plenamente a gusto, uno se siente rápidamente cómodo en la capital vizcaína. De proporciones humanas, su lado más feo lo dibujo precisamente la mano del hombre. Alrededor del Guggenheim edifico unos inmuebles horrorosos hechos de ladrillos cuyas medidas desproporcionadas son una burla al sentido común y al buen gusto! Aquellas construcciones no tan solo dañan el paisaje sino también hiere a los amantes del estetismo. A lo largo del Nervión se repiten las aberraciones arquitecturales cuando se supone que allí debería de ser la parte más bella de la ciudad. La más bucólica y la mejor conservada o reformada. El romanticismo de aquellos arquitectos cuyos proyectos fueron aprobados por políticos ciegos queda por definir y ahora adornan las riberas de un rio tristón en las aguas del cual se reflejan sus contornos pocos agraciados! Me voy contento de mi breve estancia en tierras vascas. No sé si volveré a Bilbao? Puede que en un próximo viaje se lo prefiere su hermana del norte, la vecina guipuzcoana Donostia irrigada ella por las aguas frías del Cantábrico y cuyo centro ha sido mejor preservado.