No se admiten viajeros

Unos edificios de ladrillo y la calle en bajada hacia la plaza. (Plaza de España se llama.) Podríamos estar en Brooklyn o Dublín pero como lo habrán entendido no hemos salido de Madrid. Evelyn con “y” me atiende con una sonrisa. Tienes rasgos latinos pronunciados y un bonito todo de piel color pain d’épices que desvela sus orígenes. Se estrecha el círculo… No podríamos estar en cualquier lado del mundo pero si en Estados-Unidos al no ser por el nombre de la calle. (La Gran Vía es una 5 avenida diminuta, sin fasto y con menos tiendas.) Pero no estamos en Nueva-York sino en la capital ibérica. Madrid/España con código postal 28008. Si llegue a España por casualidad (y porque estaba a un tiro de piedra de Francia), decidí venirme a Madrid. Me mude hace seis años desde Barcelona vía Paris donde me demore un poquito lo que explica que solo lleve cuatro años aquí. Soy un ciudadano del mundo con pasaporte europeo, nacido en Paris un dia de primavera. Pero el viejo continente ya no me atrae tanto (por si algún dia fuese el caso), ni significa mucho para mí. En menos tiempo del que necesito para escribirlo, estaría dispuesto a recoger mis cuatro cosas y pirarme a un sitio nuevo. Hasta pensé seriamente en cambiar de planeta! Irme a la Luna o adonde sea. Lejos de mis semejantes. Pero por desgracia no se puede! Todavía no hay vuelos comerciales (salvo para unos ricachones privilegiados) fuera del atmosfera y no se podrá pisar me temo, otro suelo que la maldita costra terrestre antes de que trascurren décadas. (Aunque Armstrong, Aldrin y otros mentirosos del Pentágono se hayan siempre empeñado en hacernos creer lo contrario desde aquel famoso 21 de julio del 1969.) En Madrid las banderas no desafían el viento lunar. Solo el aire fresco que llega de la sierra, corre por las calles, trepa por las piedras de los edificios públicos, y bófeta los rectángulos de tela colgados con orgullo en las fachadas. (Encima de la entrada principal.) La española que todos conocen (una banda de arena atrapada entre dos riachuelos de sangre) y la de la Comunidad con “aires” (de por su color y la formas geométricas representadas) del logotipo de la cerveza Mahou (la 5 estrellas) también castiza.

Pasa el C1, el bus circular que da una vuelta por la ciudad antes de regresar a su punto de origen! Nadie se sube ni baja porque el letrero pone claramente que “NO ADMITE VIAJEROS”. Al igual que estos buses que van y vienen en una sola dirección, yo, Cedric I, único y último representante de una dinastía de indeseables muertos en la cuna, estoy dando vueltas a mis pensamientos. Reflexiono acerca de temas oscuros cuya importancia no es relevante ni siquiera para mí! Si nunca ve la luz mi progenitura, por algo será? Es que es mejor así para todos. Salvo para dichos bichos claro!... Hoy conseguimos la inmortalidad a través de internet. Ya no sirve reproducirse ni acudir a misa para que se nos conceda la vida eterna. Fuera del paraíso, los ovocitos y espermatozoides congelados recién sacados de la cámara frigorífica luchan para convertirse en huevos. Tras un poco más de ocho meses de proceso un embrión totalmente desarrollado saldrá del útero de su madre convirtiéndose de repente en un hombrecito o en una mujercita. (Estará preparado?) Le pondremos ropa y nombre y luego junto a millones de criaturas parecidas, amontonadas como pollos de batería en dormitorios de hormigón, despachos con luz artificial o celdas de 8m2, seguirá luchando a diario para sus derechos y para que no se extinga la raza ni el (o los) apellido(s) trasmitido(s) por sus padres. Para que permanezcan en los motores de búsqueda de Google o Yahoo, siendo usados, (conocidos y reconocidos) por los siglos de los siglos! (Amén!) La religión solo sirve para limpiar su mala conciencia, aliviándose momentáneamente de sus pecados, descargando sobre los hombros de otros parte de nuestro fardo interior (ya demasiado pesado para uno solo). Botando la mierda por la boca (o el orto) en ambos casos nos pueden venir bien las hojas asperjas de devocionarios dejados. Me imagino que curras y monjes défroqués* también lo vieron así en su momento, cuando decidieron dejar el uniforme? Lavarse de sus pecados con la sangre de su prójimo, vaya terapia! Este podría ser el lema de la Iglesia: Sucios cuerpo y alma! Pero de allí a prometernos la libertad incondicional, ni los mercedarios, ni el mismísimo San Pedro Nolasco nos podrían ofrecer hoy en dia la redención sin contra parte! La fe es un concepto abstracto. Para asegurarse un ingreso extra y sacarnos el poco dinero que el Estado nos deja! Hasta podemos marcar voluntariamente la casilla a favor de la Iglesia en nuestra declaración de renta! Mejor firmo un pacto con el Diablo!

Que más se podría hacer en ese soleado atardecer de febrero que dejarse llevar, los oídos llenos de jazz mientras el sol persistente golpea con fuerza los ventanales del café. La vista desde mi improvisado mirador tiene un ángulo de 180 grados. Desde la enorme estatua del Quijote hasta el Teatro Coliseum. Al frente, la calle Princesa (avenida con mucho tráfico) sube en dirección de Argüelles. (Argüelles*…Quien era ese tipo? Un hombre importante?  Un cualquiera con suerte?) Lo bueno de la literatura o sin intentar presumir del “arte de escribir” es que puede llevarse a cabo en casi cualquier entorno no demasiado bullicioso. Se requiere muy poco para practicarlo. Hasta basta con un bolí descartable y un malo cuaderno o una hoja de papel doblada y un lápiz cogido prestado. Es el pariente podre de las artes. Un poco como en deporte, el running. (Un short, un par de zapatillas cómodas y a correr!) Para echarse en la carrera de la escritura es imprescindible también tener buenos zapatos, sabiendo que nunca se conoce por anticipo donde nos llevaran nuestros pasos ni nuestra imaginación. “Caminando” se fomentan numerosas ideas, encontramos desenlaces idóneos a situaciones atascadas. Algunos bloqueos intelectuales se derraman por si solos. “Un espíritu en marcha” no conoce límites ni fronteras. Se deshace enseguida de las barreras (ridículas) puestas por la sociedad para fastidiarnos y frenar nuestro desarrollo personal. Salta los obstáculos. Su meta es otra. Un escritor, si además es caminante, oxigena su cerebro a lo largo de sus paseos. Recompilando y almacenando imágenes que luego le servirán en sus tramas. Lugares y personajes encontrados fortuitamente poblaran sus escritos. La solución a cualquier problema, está afuera no adentro!

Este método para “encadenar” y ordenar pensamientos lo practicaron otros antes… H.H. por ejemplo. A mí me lo surgió H.M. cuando leía sus novelas en Paris y Barcelona. Desde entonces, cuando me angustio o está a punto de estallarme la cabeza por haber pasado demasiado tiempo frente al ordenador, cojo mi chaqueta, mis laves y salgo a dar una vuelta. Con un par de horas o menos basta. Se me aclaran las ideas y regreso a la casa con un toque de aire fresco en el cráneo y la mente despejada. De modo que puedo seguir escribiendo, aunque muchas veces prefiero no hacerlo! Aprovecho mi nuevo estado para dedicarme a otros asuntos o retomar tareas abandonadas. Pero librarse de sus preocupaciones, de sus dudas y de todo lo que nos invade y sobrecarga nuestro cerebro no es tan fácil como parece. Es un ejercicio complejo. Y eso porque siempre por A o B estamos atrapados en un estado de servidumbre y nos vemos “obligados” (aunque inconscientemente) en pensar en algo. (Ahora estoy pensando que esta nota no llegara a ninguna parte. Más bien pierde sentido a medita que la voy escribiendo!) H.M. (citado antes) solía caminar cuando aún “principiante” en el oficio de redactar novelas de calidad se cuestionaba acerca de casi todo y del mismo modo hacía preguntas agudas (esperando savias respuestas) a quien(es) cruzaba(n) su camino. Tanto él como Hank, o E.H. empezaron redactando artículos de prensa (aunque ese último con más éxito)… H.H. y V.H. pintaban la sociedad dibujando y H.2B. relato la miseria mejor que ninguno salvo quizás después Zola (también periodista). El autor de “J’accuse” supo adiestrar y mostrar la bestia que el ser humano alberga. Respecto al tiempo, suele detenerse como por magia a la hora de escribir. Se forma una burbuja impenetrable alrededor de quien maneja la pluma (el ratón o el teclado). Un cascaron hermético hasta que por fin como en un parto (o un aborto) pongamos un punto final al texto. El entorno influye en ciertas meditas, cogemos un pincela, un detalle para dar ritmo al contenido, un enfoque inesperado o una esperanza pero las grandes líneas ya están trazadas. Una fuente de inspiración corre a nuestro lado. Nos salpica pero nos mantiene a salvo del baño forzado.  

Está oscureciendo afuera… Más gente, más coches parados en el semáforo y otros muchos atrapados (pitando) en los crecientes atascos. Pero por suerte el ruido no sube a la primera planta del café. A este ritmo, es muy probable que el tráfico se paralice por completo. Los conductores saldrían entonces de sus bólidos inservibles y entrarían en masa al Starbucks para tomarse una bebida caliente o un batido! (Pasar sus nervios detrás del volante no creo que sea la mejor conducta!) Uno de los efectos perversos de la densificación urbana es que la multitud deja poco sitio al hombre como tal. Un ser frágil habitado por sus inquietudes. Nos movemos como robots, en las aceras o en los carriles que nos asignan. Subimos y bajamos sin fin de lo más alto al infierno por ascensores y escaleras mecánicas tocando el suelo solo cuando es imprescindible. Nos escondemos bajo tierra metidos como boquerones en cúsanos de metal. Atravesamos túneles y las cuatro estaciones sin mirar ni salir de las vías marcadas. Finalmente hay muy poco margen de maniobra para que un recorrido ya totalmente aburrido se convierta en un paseíto agradable. (Y peor si llueve!) No podemos detener el tiempo, ni tampoco sabemos aprovecharlo. Tras una corta pausa, el trafico de desbloquea. Todos pueden regresar si no “contentos”, tranquilos a sus hogares! Menos mal porque tras una noche atormentada (en la que muy pocos descansaran), mañana les espera un dia igual!

Défroqués*: Término francés cuyo significado en castellano (y en el texto) es parecido a “exclaustrados” aunque la decisión de “dejar los órdenes” en este caso la tomo el religioso, no la Iglesia. También puede significar “quitarse” o “bajarse los pantalones”.

Argüelles* Álvarez Agustín (1776-1844): Político español, fue uno de los redactores de la primera constitución española.