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Le blog littéraire de Cedric Josse
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  • Ce blog mélange récits, expériences personnelles, analyses et critiques de la société le tout ponctué de commentaires sur l’actualité nationale/internationale. Este blog mezcla relatos, experiencias personales, análisis y critica de la sociedad.
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19 décembre 2010

Fucking chicken!

 

Harland_SandersCinco chicas andinas detrás de la barra, una más en la cocina y delante del mostrador, los culos blancos y panzas repletas de los burgueses de Salamanca. Bienvenidos al KFC de Goya! En la sala, las cosas cambian un poquito y se van repartiendo al igual las mesas extranjeros y españoles. A mi izquierda, una familia latina compuesta de seis adultos y de tres niños se prepara a dar el asalto a tres enormes cubos de piezas pollo y semejante número de botellas de Pepsi de gran tamaño. No sé si serán amantes del pollo, de las gringadas o simplemente de la mala comida? Frente a mí, una pareja también latina, otra en el fondo y cerca de la salida una madre con su hijo de rasgos asiáticos ambos discuten acerca del pedido dándole entre dos intercambios de palabras un mordisco al pollo del viejo Sanders. Entran otros sudamericanos y piden para llevar. Los demás, gente lugareña que entre dos compras navideñas, han caído cansados en la meca del pollo barato, atreviéndose quizás por primera a empujar la puerta del local tienen un comportamiento bien distinto. No se sienten como en casa ni mucho menos en su lugar en un fast-food por bien ubicado que sea este. Me dan algo de risa. En esta parte del barrio de Salamanca la mayoría de los comercios son tiendas de ropa y complementos y la verdad que resulta bastante complicado encontrar un sitio donde parar a picar algo a esta hora, casi las cinco de la tarde. Y más aun un domingo! Sentados delante de una comida desconocida, los compradores compulsivos miran aturdidos a la gente de su entorno! Nunca habían visto a tantos latinos de golpe. Normalmente los esconden en casa como gente de servicio. Y ni se imaginaban que  podían llevar también una vida, fuera de sus hogares! Es que hoy les toca descansar y lo aprovecharon para reunirse con sus seres queridos, lo que los madrileños no harán hasta la próxima semana. De cierta manera, lo indios toman su revancha sobre esa sociedad injusta que anda a dos velocidades y mucha veces les pone al majen, comiendo hoy codo a codo con quien de modo indirecto les paga su comida! Aquella tierna hamburguesa de pollo con sus papas azadas y el soda despertador de papillas que tal y como el cava de los españoles está compuesto de miles de burbujas que revientan en la garganta. A diferencia del espumoso, la bebida yanqui proporciona hipos y eructos no deseados y favorece en algunos casos los gases. Les miro a todos con una cara perpleja. Sin entender realmente lo que está pasando. Tan parecidos y tan distintos a la vez! Como si el color de su piel hubiera sellado su destino! Unos se sienten vencidos desde que nacieron mientras otros presumen y triunfan sin gloria! Que le diría yo a mi niña si estuviera? Marroncita y nacida del buen lado del charco. Que no desprecie a sus antepasados por supuesto pero que tampoco se comporte como ellos. Que no se deje pisar por los benditos europeos soberbios ni que ella los pisotee. Podría tener lo mejor de los dos mundos? Se sentiría integrada aquí o extraña?  Y allá? Puede que nunca encuentre su sitio, como yo. En mi caso, no es por mi aspecto físico pero igual vaya donde vaya y este donde este siempre seré un forastero. Un charnego en Cataluña, un gabacho desubicado en Madrid y un parisino perdido en mi propia ciudad. Ya ni sé en qué idioma expresarme ni escribir! Siendo dos, seriamos más fuertes? Pero por desgracias habrá de esperar, que mi niña preciosa aun no existe. Tengo a su madre a mi lado como consuelo. Una niña grande con el coco rallado que no se siente superior ni tampoco inferior a nadie! Por eso me gusta! Yo no tengo la misma suerte, por desgracia he crecido en el lugar equivocado y ahora soy un pijo de mente estrecha que sigue en busca de una herramienta para ampliar su visión del mundo! Solo con la ropa que llevo encima le podría pagar el suelo a cualquiera de los que están aquí! Me da vergüenza! Menos mal que me haya deshecho de mi crono suizo cuyo precio era una burla a la pobreza. Sin embargo el más pobre de todos no está allí, ni es latino. Espera fuera, aguantando el frio, cerca de la puerta de entrada a ver si alguien le echa una mano. Seriamos más generosos en Navidad? Me temo que no! Cuando pase delante de él y como lo hubiera hecho Ustedes, me hice la vista gorda. A penas distingue su sombra cuando se me acerco viendo una silueta huesuda moviéndose por los huecos de un chubasquero amarillo sucio y demasiado grande para él y cuando me pidió de una voz de ultratumba si le podía comprar algo de comer, sin contestarle, acelere el paso. (Claro que podía, pero de verdad quería ayudarle?) A pesar de oírlo perfectamente, no lo escuche ni me detuve. Yo también tenía hambre! Y lo mío, nada urgente era más importante que una comida tal vez imprescindible para él! Cuando sentado me arrepentí de mi conducta, ya era demasiado tarde. Había desaparecido el hombre! Se habría ido a probar su suerte en otro barrio más humano, privándome así de una buena oportunidad de comportarme dignamente! Mientras disfrutaba de mi comida caliente, lo veía detrás del cristal mirando el interior del KFC con pena pero nada envidioso. (Tenia mas dignidad que yo y todos los que estábamos aquí reunidos!) Somos culpables? Pero de qué? De ser privilegiados y nunca dar las gracias por lo que tenemos ni devolver la mínima parte a la gente que realmente lo necesitaría! Pensándolo bien, si nos conmoviera la miseria haríamos algo para erradicarla! Pero mientras no nos salpica el agua de los que caen al arroyo no nos preocupamos demasiado para hacer que cambien las cosas. Sin blanca, hambriento, el consuelo de una comida rápida para ese señor claro que no hubiera sido el final de su sufrimiento, ni le haría olvidar su miserable condición. Solo sería un alivio momentáneo. Durante unos minutos se sentiría como el resto, alimentándose del mismo pollo. Sin embargo no se lo permití aquel “lujo”! Se lo denegué, se lo deneguemos entre todos que comparta asiento y calor con nosotros. Adentro los pudientes y los desgraciados, a la puta calle! Tan desesperados somos de comer nuestro rico sándwich tranquilos! Tan egoístas! El abrigo peludo de la señora que acaba de pasar (cuyo color para información va a juego con su pelo), me haría un bonito y tupido felpudo para quitarme la mierda que llevo pegada a la suela de mis nuevos zapatos. El sin techo lo usaría de manta o como saco de dormir. El visón es más acogedor y blandito que el grueso cartón para pasar el invierno. Lo saben perfectamente las viejitas de la zona. Además ya que mataron a más de treinta animales para fabricar un abrigo, convertirlo en cobertor para salvar una vida me parece muy buena idea! Su dueña lo ve con otros ojos y no se detiene tampoco delante del mendigo. Seguro que se las apañaría de maravilla aunque se lo hubiera regalado o él quitado dicha prenda. Tendrá otros muchos abrigos en casa y de lo contrario se plantaría en la larga cola para el mas allá. Esperando luego arriba a que aquel desdichado se le devuelva este cuando el hombre se morirá de hambre! Yo, estaba bien decidido a dárselo algo, pero como ya se los he contado, cuando salí ya no estaba el hombre! Me demore tanto en comer y acabar esta nota que se había esfumado mi pobre! Me lo habían quitado! No me lo podía creer! Pero que estaría pensando? Que se quedaría aquí quieto indefinidamente? Congelándose, petrificado como una estatua de barro elevada en honor a la insensibilidad humana! Dejar de pensar y actuar! Le di demasiado vueltas al asunto… Como se tomaría mi ayuda? Tampoco estaba del todo convencido de mi acto de valentía ni del mejor modo de actuar sin y eso sería lo peor sobreactuar. Hacer demasiado o no hacer nada? No quería tampoco que me diera las gracias! (Ahora claro que no me las dará!) A mi no me cuesta nada echarle unas cuantas monedas. Si encima siempre me fastidian. Volcándose en mis bolsillos. Por poco las tiraría!  De vez en cuando se me cae alguna. Pero de allí a entregárselas todas a un desconocido! Me hubiera gustado por lo menos preguntarle su nombre. (La verdadera generosidad debe de ser anónima pero cuando se trata del donante). En todos casos, yo, si, le puedo dar las gracias por su ayuda sin nada a cambio! 

 

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