Se puede rescatar algo positivo de una tragedia?

Después de lo sucedido esta semana… Especialmente tras la tragedia del pasado miércoles en Galicia, parece difícil, hasta imposible “estar de humor” como para contar chistes, sonreír o simplemente encontrar en medio del caos de los últimos días “algo positivo”. Pensando que algunos acaban de perder “la vida” y otros a seres queridos de hecho “irremplazables”… Como se podría contemplar la actualidad fríamente y con cierta frivolidad? (Al no ser padres del “niño del rayo” ni familiares de viajeros, “muertos” o “gravemente heridos” del tren que descarrilo en Santiago de Compostela nos sentimos “aliviados” en cierto modo pero nos ponemos “graves” enseguida solo con imaginar lo que implica “perder a alguien”.) La miseria ajena siempre atrae “masivamente” a medios de comunicación y políticos de todos horizontes. La alegría, la felicidad o las buenas noticias no conmueven a nadie! (Menos los resultados deportivos.) Y si, en vez de titular el dia del accidente, “80 muertos al descarrilar un tren de pasajeros”, los periódicos, telediarios y emisoras de radio que se hicieron eco de la noticia hubiesen cumplido con su papel informativo concentrándose en los ciento cuarenta pasajeros que “milagrosamente” seguían “vivos”. Hasta un titulo cargado de ironía habría sido preferible a aquella pésima afirmación de ochenta muerto!“140 viajeros se salvan de una muerte anunciada” o “140 pasajeros del Alvia Madrid-Ferol escogen la vía de la supervivencia!” Sensacionalista, sí, pero al menos nos dejaría una esperanza para afrontar el futuro. Se hablo y se hablara mucho del labor extraordinario de los socorristas, bomberos, y de la ayuda “decisiva” de pasajeros valientes y determinados que intervinieron a pesar del peligro. (Héroes anónimos sin nombre ni rostro pero con un corazón enorme.) Pero eso es de lejos sin comparación con la bulla con rodeo los desplazamientos de líderes políticos hacia el lugar de la catástrofe. El Presidente del Gobierno (bueno él al menos es gallego dirán las malas lenguas), Los Reyes, (Don Juan Carlos y sus puñeteras muletas), Los Príncipes de Asturias o el líder de la oposición. (Que diablo pintaba allí Rubalcaba?) Anduvieron como buitres en medio de los cadáveres y de toneladas de acero hecho pedazos, buscando la simpatía del pueblo con un ojo ya puesto en las próximas elecciones. Seguros que “algo” se podrá rescatar de esos días de luto! Y como cuando va uno, todos van… Pues todos fueron! Era “el sitio” donde estar presente! Allí donde estaban las objetivos de las cámaras! Una lágrima, unas palabras consoladoras y hasta! Os parece moral? Solo el Presidente de la Xunta, el Señor Feijóo, solemne y digno en su intervención se veía “sinceramente” dolido. Como luego se supo, “dijo” (o se enorgulleció) el conductor del tren por teléfono al servicio de emergencia que el mismo llamo (arrepentido):“Tenía que ir a 80 y voy a 190!” Ya tenemos un “culpable” pero qué más da? Lo ocurrido por desgracia ya no tiene remedio! Solo podemos exigir de las autoridades competentes “transparencia” y una “total claridad” sin caer por lo tanto en un falso y engañoso registro dramático.