"Guachi-dog"

El “guachimán” es una peruanidad! Una degeneración más bien que una españolización en todas reglas del término anglosajón Watchman (guardián). Entonces como se lo llamaría a un perro valiente por muy pequeño que sea que guarda y defiende la casa a todo coste? Un “guachi-dog”? (De allí vendrá el nombre Chihuahua? Chi-gua-gua! Claro que no!) Lo cierto es que cuando ladra un perro, en castellano el sonido emitido por nuestra mascota preferida se deletrea g-u-a-u.

- GUAU, GUAU! Hace el perro.

- Calate! Le contesta el hombre que solo piensa que el animal tiene mal genio.

Mi “guachidog”, bodyguard, escolta personal es un Pinscher (Chihuahua en grande o Doberman pequeño) marroncito de apenas cinco meses de edad, unos treinta y pocos centímetros de altura y unos tres kilos a próximamente de peso. Que va a defender un perro así en caso de que su amo corra peligro o de que unos intrusos malintencionados intenten meterse en casa? Avisando! El Pinscher tiene un sentido innato de lo que va a ocurrir antes incluso de que se pueda palpar el peligro. Esta siempre en alerta, “por si acaso”. Descansa sin dormir. Inmóvil, parpadeando, guarda un ojo abierto. Tiene un oído increíble y un olfato digno de un oso. Con él, más que propiamente protegido nuestro hogar quedara al menos vigilado a las veinticuatro horas. (Salvo en caso de que dueño y mascota se encuentren fuera.) Entonces la vivienda estará a la merced de los ladrones y del pillaje salvaje!

En la calle, el Pinscher camina siempre por delante del ser humano al que “protege”. Es su escudo, hace tampón entre él y el resto de la gente. Que ande suelto o lleve correa no cambia nada. Se quedara a un paso para poder controlar la situación. “Chequea”, mira al frente y frecuentemente vuelve la mirada hacia su dueño para asegurarse de que todo esté en orden. Nota cualquier cambio de actitud, cualquier cosa fuera de lo habitual y percibe inmediatamente en el tono de voz de quien le habla, las inquietudes, el miedo o la duda. El también, opina! Ladra, gruñe, chilla. Se mueve más rápido o se detiene. Cambia contentamente su actitud para adaptarse a su entorno, dar lo mejor de sí y responder con eficacia a cualquier acontecimiento.      

Su cuerpo es robusto, tiene los dientes afilados y salta como una pulga. Si fuese algo más grande hasta se podría calificar de “perro peligroso” entre manos equivocados. Pero como ya hemos dicho su estatua impide que lo conviertan en una “arma letal”. Por lo tanto, tampoco ha de fiarse demasiado a su aspecto de lindo perrito, juguetón y aparentemente inofensivo dado a su tamaño reducido. El Pinscher es y siempre será “un perro de verdad” capaz de oponerse con resistencia a sus agresores o a quienes pretendan perjudicar a su dueño de algún modo. Eso incluye también a otros animales, depredadores y como no, otros perros que podrían constituir una amenaza para su “familia”. Cuanto a los demás mamíferos chiquititos y volátiles de todos calibres… Que pasen con cuidado a su lado si no quieren acabar siendo parte de su dieta.

Están avisados… El Guachi-dog anda suelto por las calles de Madrid!

Comments

[nALUCA]

Pues yo lo veo lindo!!! me lo llevaria a mi casa!!!